jueves, 15 de noviembre de 2012

2. Buscando a las geishas de Kyoto

La entrada a Japón tampoco se queda atrás...Enseguida nos damos cuenta que el país del sol naciente es un sitio diferente, único.Y es que aunque Japón sea uno de los países más modernos del mundo, si no el más, es milagroso observar cómo también está lleno de vestigios del pasado, de tradiciones centenarias y de una forma de ser que nació cuando por más de dos siglos el país se auto aisló del mundo exterior y forjó esos valores que convierten a Japón en una nación basada en el respeto mutuo, la disciplina, el sacrificio y la sumisión al poder.



Mucho se ha hablado de los samurais. Que si eran románticos, que si defendían a la gente por honor...yo tengo otra opinión bastante diferente. Lo cierto es que es una figura que enseguida se asocia a Japón, un verdadero "producto nacional" que algunos quisieron revivir invitando en la última gran guerra a convertirse en kamikazes...


No es una sociedad que nos haya llamado la atención por su religiosidad. O quizás la lleven muy discretamente pero lo que no se puede negar es que en otros tiempos tuvo una gran importancia


En Hiroshima uno reflexiona, cuando asiste al museo de la paz, sobre la categoría del ser humano. Qué somos capaces de hacernos los unos a los otros? Esta atrocidad humana no es patrimonio de Hiroshima. Desde que el hombre es hombre la humanidad ha sido testigo de masacres de todos los colores. Hoy en día las grandes masacres no son de las que matan de golpe. Matan poco a poco.
Las víctimas: los más pobres e indefensos
Los ejecutores: los garantes de la Globalización


Poco a poco los japoneses se irán abriendo a nosotros, no mucho porque son realmente muy tímidos y su nivel de inglés es bajísimo, incluso entre aquellos ejecutivos de traje y maletín. Y por ello muchas veces haya malentendidos cuando escapan con cara de muerto cuando te ven acercándote con pintas de preguntar, y muchos de los que no escapan empiezan a sudar y tartamudear por quince minutos seguidos.... 
A la isla de Shikoku llegaremos pedaleando sobre el mar, pasando de isla en isla por sus respectivos largos y esbeltos puentes


Esta es una isla con gran tradición peregrina. Desde hace un milenio peregrinos llegados de todo Japón recorren los 88 templos por los que un visionario anduvo predicando


La gente deja mensajes y peticiones de ayuda, esperando la intervención divina


Pero parece ser que los dioses solo ayudan si uno paga. Todas las ofrendas deben ser compradas en el mismo templo, pagando con VISA si hace falta


La personalidad de Japón es inquestionable. Sus castillos son blancos y elaborados pero no tienen pinta de haber vivido grandes asedios...


Kyoto fue la capital del país anterior a Tokyo. Quizás será la ciudad nipona con mayor concentración de cultura tradicional ... 



... y así lo atestiguan sus más de 1600 templos budistas y 400 santuarios sintoistas



Y otra de las grandes invenciones japonesas son su trajes tradicionales: los kimonos. Hoy en día casi solo son usados en días festivos o especiales pero habría sido impresionante poder meterse en un túnel del tiempo y viajar a la Kyoto del sigo XVII...


... donde habríamos encontrado a las reinas de la fiesta: las geishas, unas mujeres de porcelana con unos atuendos irreales y una historia de cuento. Hoy en día apenas quedan unas pocas que mantengan esta antigua tradición. El último reducto se encuentra en el barrio de Gion y es un arte exclusivo para clientes selectos. El que conozca un cliente de estos que le pueda introducir en una casa de té y tenga 3000 dólares americanos para que dos o tres gesihas les sirvan las bebidas, les toquen el shamishen y les den conversación, podrá decir que habrá revivido el pasado...


... y para ello deberá esperar ...


... al color rojo de la noche. Esperemos que nunca se extingan

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